EL ALIMENTO CON EFECTO DETOX QUE LIMPIA TU CUERPO Y TE AYUDA A PERDER PESO

Es cierto que su valor nutritivo no parece destacable a simple vista, ya que posee un 93-95% de agua, una porción muy pequeña de carbohidratos y proteínas, y casi nada de grasas. Sin embargo, esta es precisamente las bazas de este alimento que te vamos a presentar, pues aportan muy pocas calorías y, gracias a que también es rica en potasio, resulta ampliamente depurativo y diurético, ideal para dietas de control de peso y para limpiar el organismo de impurezas, en dermatitis y celulitis. Por ello se recomienda también en la artritis o el reúma, contra la retención de líquidos y para la fiebre.

Hablamos del rábano, que además de poseer estas propiedades saludables da un toque de color y alegría a las ensaladas, por su textura crujiente y sabor ligeramente picante. Sirve como aperitivo ligero, para abrir el apetito y como fuente de valiosos micronutrientes.

Su representación mineral es amplia, con una buena tasa de potasio, calcio, selenio, flúor y cobre. Destaca de forma especial el porcentaje de yodo, necesario para la salud de la glándula tiroides, que regula el metabolismo energético. Son muy recomendables en caso de hipertiroidismo, pero deben controlarse en el caso opuesto, de hipotiroidismo.

Los rábanos activan las defensas

Una de sus cualidades más preciadas es que son los representantes menores de una de las familias botánicas con mayor valor terapéutico, las crucíferas.

Parientes de coles, mostazas, nabos y berros, comparten con ellos unos compuestos azufrados que estimulan el sistema inmunitario. Se trata concretamente de los indoles y los isotiocianatos, con una acusada actividad anticancerígena, especialmente ante tumores de mama, próstata y endometrio. También son apropiados para frenar el progreso de las enfermedades degenerativas.

Su presencia activa cierta acción antibacteriana y antiviral, balsámica y expectorante, por lo que se consideran recomendables en infecciones del sistema respiratorio, como resfriados y catarros. Estos compuestos se reconocen por su sabor agradablemente picante, que ejerce un efecto estimulante sobre las glándulas digestivas e incrementa el apetito.

Poder antioxidante de los rábanos

El color morado de los rábanos proviene de sus antocianinas antioxidantes. Junto a la vitamina C y el selenio protegen de los radicales libres, previenen de las enfermedades cardiovasculares, degenerativas y el envejecimiento.

También aportan buenas dosis de la antioxidante vitamina C, que estimula la producción de colágeno, y de ácido fólico, imprescindible en la gestación y para la salud cardiovascular. En menor medida, los rábanos proporcionan también otras vitaminas del grupo B, que contribuyen a equilibrar el sistema nervioso.

Son adecuados en el tratamiento de anemias y muy bien aceptados en caso de diabetes.

La piel de los rábanos es muy valiosa

Los antioxidantes, los compuestos que los hacen picantes y los minerales se concentran justo bajo la piel. Por eso es mejor no pelarlos (salvo para suavizar el sabor) y elegirlos eco, para evitar la presencia de tóxicos.

¿Qué tipos de rábanos hay?

Existen muchas variedades de rábano común o rabanito, que varían entre las más pequeñas y redondeadas hasta las más grandes y alargadas. Su color va desde casi blanco hasta el morado más oscuro, dejando toda una gama de rosas y escarlatas. Por dentro, son blancos y jugosos. También existen otros rábanos, de origen oriental y con grandes propiedades terapéuticas:

  • Daikon: Es un rábano largo, cónico y blanco de origen japonés que se puede tomar crudo o cocido. Su sabor es picante e intenso, y su textura recuerda a la zanahoria. Se suele usar en sopas orientales y acompaña muy bien al arroz. Es muy depurativo y puede ayudar a deshacer los cálculos renales.
  • Rábano negro: Largo, grueso y originario de Europa del Este. Su piel es negra y dura, con el interior blanco y de textura firme. Su sabor es suave, y se utiliza en ensaladas y guisos de verduras. También en infusión por sus propiedades terapéuticas y depurativas para el hígado, vesícula y riñón. Es antimicrobiano, laxante y equilibra la flora intestinal.

Compra y conservación de los rábanos

Elígelos no muy grandes, con la carne firme, la piel suave, sin fisuras, y las hojas bien verdes y frescas; los muy grandes o resecos resultan fibrosos y de sabor acre.

Elimina las partes verdes, que hacen que se resequen, y guárdalos en el cajón de las verduras de la nevera, en una bolsa perforada, hasta una semana.

Composición nutricional del rábano

Por cada 100 gramos

Macronutrientes

y antioxidantes

Rábano ecoRábano no ecoContenido mineralRábano ecoRábano no eco
Energía18,4 kcal11,7 kcalPotasio551 mg243 mg
Agua93 g95 gCalcio26 mg17 mg
Materia seca7 g5 gMagnesio35 mg9,4 mg
Carbohidratos3,6 g1,2 gFósforo21,5 mg18 mg
Proteínas0,6 g1 gSodio15 mg12 mg
Grasas0,15 g0,3 gHierro0,6 mg0,4 mg
Fibra1,11,2Zinc0,24 mg0,19 mg
Antocianos9378,5Total minerales1,42%1,25%

El cultivo influye en el poder depurativo del rábano

El rábano ecológico acumula menos agua, lo que hace que resulte más crujiente al masticar y también que presente un mayor contenido en materia seca, donde se concentran los minerales, las proteínas y las vitaminas, entre otros:

  • El potasio, un mineral muy apreciado en este alimento por sus propiedades diuréticas, es un 50% más elevado en el rábano ecológico.
  • En el caso del magnesio, la diferencia llega a ser del 75% a favor del cultivo ecológico.
  • En el del hierro, del 33%.
  • En el del zinc, del 21%.

Usos del rábano en la cocina

  • En ensaladas: La mejor forma de tomar los rábanos es en crudo, en ensaladas. Puedes añadirlos en rodajas o rallados, y combinan muy bien, por ejemplo, con escarola, apio y nueces.
  • Como aperitivo: También hay quien los toma enteros a modo de aperitivo, aderezados con aceite o mantequilla.
  • En bocadillos y canapés: Dan un toque crujiente y sugestivo a los bocadillos y por su color son muy valorados como ingrediente de canapés y guarniciones. Cortados en diversas formas y puestos en agua fría unos minutos se abren como una flor y quedan muy decorativos.
  • Cocidos: Puedes cocinarlos, al modo oriental, y entonces su sabor recuerda al nabo.
  • Germinados: Una propuesta muy saludable es tomar sus semillas germinadas. Su intenso sabor es ideal para contrastar con otros brotes más suaves.
  • Encurtidos: Por su textura, son ideales para hacer encurtidos, con especias como pimienta o jengibre, ajo y hierbas como eneldo y laurel. Se cubren de salmuera y se dejan reposar. La fórmula rápida consiste en dejarlos en maceración unas horas en el frigorífico. También se pueden fermentar al estilo de la col, dejándolos quince días a temperatura ambiente, para que adquieran probióticos.

Recetas con rábanos

Canapés de pepino con hummus y rábano

INGREDIENTES (para 6 personas):

  • 250 g de garbanzos cocidos y escurridos
  • 1 cucharada de pasta de sésamo (tahini)
  • 1 limón
  • una pizca de comino molido
  • 2 pepinos
  • 3 rábanos
  • 1 ramita de tomillo
  • ½ cucharadita de pimentón
  • aceite de oliva y sal

PREPARACIÓN (15 minutos):

  1. Tritura los garbanzos en la batidora junto con el tahini, comino, sal, una cucharada de aceite y otra de zumo de limón, bien colado, hasta obtener una crema fina y espesa. Si es preciso, agrega un poquito de agua.
  2. Limpia los rábanos y los pepinos. Córtalos en rodajas muy finas. Lava y seca el tomillo.
  3. En una fuente, ve superponiendo 4 o 5 láminas de pepino para ir montando los canapés. Completa cada uno con hummus y rabanitos.
  4. Mezcla tres cucharadas de aceite con el pimentón y rocía cada canapé con un hilo de este aceite. Sirve fríos, decorados con tomillo.

Rabanitos encurtidos con ajos y especias

INGREDIENTES (para 4 personas):

  • 150 g de rabanitos redondos
  • ½ cucharada de pimienta negra en grano
  • ½ cucharada de pimienta roja en grano
  • ½ cucharada se semillas de cilantro
  • 1 manojo de eneldo en flor fresco
  • 3 dientes de ajo
  • 1 cucharada de sal
  • 50 ml de vinagre de manzana
  • 150 ml de agua

PREPARACIÓN (20 minutos):

  1. Hierve el agua, mezcla con el vinagre y la sal, revolviendo bien, y deja reposar 10 minutos.
  2. Mientras, limpia y lava los rabanitos. Pela y trocea los ajos. Separa las ramitas de eneldo.
  3. En un tarro de vidrio, pon primero algunos trozos de ajo, especias y eneldo. Echa la mitad de los rábanos. Vuelve a poner algo de eneldo, ajo y especias, y luego el resto de rábanos. Termina con otra capa de eneldo, ajos y especias.
  4. Cubre bien con la salmuera, sin dejar bolsas de aire dentro, tapa, deja enfriar y refrigera.
  5. Los rábanos estarán listos en 24-48 horas, y se conservan unos 10-15 días en la nevera, siempre bien sumergidos en la salmuera.

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